¿Cuál fue la última entrada de cine que clavaste en ese tablón de corcho que siempre ha estado ahí, encima de tu escritorio? ¿O una foto, un recuerdo, un regalo...? ¿Acaso sigues teniendo uno? ¿Lo ha sustituido la nevera, o un tablero magnético? ¿O ha desaparecido por completo, relegado todo a un cajón o a la basura?
Pinterest propone mantener viva esta experiencia, adaptándola al entorno digital. Aunque otras redes sociales también permiten subir y compartir imágenes, Pinterest conserva el aspecto visual de un tablero (más bien muchos tableros) con imágenes, principalmente.
Ésa es una de las claves, ya que aunque a simple vista uno pueda pensar que esta red social consta sólo de imágenes, la realidad no es así. También se pueden compartir contenidos de todo tipo (artículos, enlaces, etc.), ya que cualquier web o aplicación que tenga integrado Pinterest, permitirá compartir contenidos mediante un Pin it. Literalmente se le pone una chincheta a los contenidos que queremos mostrar en nuestro tablón.
¿Me pones una chincheta? |
Al tratarse, en definitiva, de una galería de intereses, en un principio Pinterest me pareció más adecuada para el uso personal (me recordó a Tumblr y sus reblogs, bastante visual también). Pero a medida que he ido indagando en su mundo y sobre todo en sus aplicaciones reales, es también adecuada para el uso profesional y, especialmente, el institucional. El uso en bibliotecas y otras unidades de información puede llegar a ser bastante útil, si se utiliza bien (ejemplo de la Biblioteca UC3M y su análisis en la wiki Social-GLAM). Es una alternativa más dinámica que Flickr, dedicada exclusivamente a fotografías, aunque ambas no son excluyentes.
Es una buena opción para hacer malabares entre el corcho personal de tu habitación y el de tu centro de trabajo, combinando todos tus intereses en tableros públicos, por lo que...¡elige bien a qué le pones tus chinchetas!