miércoles, 30 de abril de 2014

¿Me pones una chincheta?



¿Cuál fue la última entrada de cine que clavaste en ese tablón de corcho que siempre ha estado ahí, encima de tu escritorio? ¿O una foto, un recuerdo, un regalo...? ¿Acaso sigues teniendo uno? ¿Lo ha sustituido la nevera, o un tablero magnético? ¿O ha desaparecido por completo, relegado todo a un cajón o a la basura?

Pinterest propone mantener viva esta experiencia, adaptándola al entorno digital. Aunque otras redes sociales también permiten subir y compartir imágenes, Pinterest conserva el aspecto visual de un tablero (más bien muchos tableros) con imágenes, principalmente.

Ésa es una de las claves, ya que aunque a simple vista uno pueda pensar que esta red social consta sólo de imágenes, la realidad no es así. También se pueden compartir contenidos de todo tipo (artículos, enlaces, etc.), ya que cualquier web o aplicación que tenga integrado Pinterest, permitirá compartir contenidos mediante un Pin it. Literalmente se le pone una chincheta a los contenidos que queremos mostrar en nuestro tablón.

Ejemplo de integración en Feedly
¿Me pones una chincheta?

Al tratarse, en definitiva, de una galería de intereses, en un principio Pinterest me pareció más adecuada para el uso personal (me recordó a Tumblr y sus reblogs, bastante visual también). Pero a medida que he ido indagando en su mundo y sobre todo en sus aplicaciones reales, es también adecuada para el uso profesional y, especialmente, el institucional. El uso en bibliotecas y otras unidades de información puede llegar a ser bastante útil, si se utiliza bien (ejemplo de la Biblioteca UC3M y su análisis en la wiki Social-GLAM). Es una alternativa más dinámica que Flickr, dedicada exclusivamente a fotografías, aunque ambas no son excluyentes.

Es una buena opción para hacer malabares entre el corcho personal de tu habitación y el de tu centro de trabajo, combinando todos tus intereses en tableros públicos, por lo que...¡elige bien a qué le pones tus chinchetas!

domingo, 27 de abril de 2014

Éramos pocos...

...y parió la abuela, dice el dicho. 

Cuando creíamos que estábamos saturados con tantos perfiles en las redes sociales, surge la cuestión de las páginas o fanpages.

Pero oye, ¿eso no sirve para vender o publicitar un producto o negocio? Principalmente sí, y en el contexto de las bibliotecas son cada vez más necesarias para ser la puerta de entrada a la institución en la Web, lo que también se puede considerar como vender o promocionar el centro.
Aunque visto lo visto, se pueden crear fanpages de cualquier cosa: desde las palomitas hasta con qué pie te levantas cada mañana. En el caso de Facebook, hubo una especie de fiebre hace un par de años en la que los usuarios pinchaban en Hacerse fan a prácticamente cualquier cosa que se les pasara por delante con la que se sintieran mínimamente identificados. Se iba construyendo así una especie de biografía de andar por casa, miles y miles de fanpages que algunos todavía estarán limpiando de sus perfiles.

Pero en el caso que me traigo entre manos, se trata de crear pequeñas comunidades con una temática concreta que la gente afín pueda elegir seguir libremente, teniendo la opción (o no, según la configuración) de poder aportar contenidos y evidentemente comentar.

En el caso de Facebook (aquí mi propia fanpage), éstas son más abiertas que los grupos (no se requiere aprobación para entrar en el club), más completas (integran multitud de aplicaciones y herramientas frente a los contenidos básicos de los grupos: enlaces, imágenes, vídeos) y en definitiva son públicas (y por lo tanto promocionables).

Google+ (por aquí tenéis mi fanpage en cuestión) es un caso bastante especial, ya que la estructura es muy similar a la fanpage de Facebook, pero el trasfondo (como todo en Google+) es muy diferente. Es un infiltrado, un topo, ya que usa una interfaz que nos es familiar, y que nos hace pensar que es otra red social más. De ahí el desdén generalizado cuando salió al público, en pleno auge y predominio de Facebook. Pero lo que hay detrás de ese perfil aparentemente simple es todo el universo Google y todo lo que ello conlleva. Una potente tecnología que integra toda información que aportamos a cualquiera de sus herramientas desde una única cuenta. Esto implica, a términos prácticos, una mayor recuperación de la información que compartimos, por lo que a la hora de promocionar algo mediante una fanpage, es algo a tener muy en cuenta.

En cuanto a términos de facilidad y configuración en ambos sitios, la simplicidad innata de la Web 2.0 se refleja en los procesos, facilitando al máximo la creación de las páginas (nombre, temática, descripción, breve configuración de privacidad) y dejando la configuración más avanzada para más adelante. En cuanto a las interfaces, son prácticamente idénticas a las de los perfiles personales, al menos a nivel de usuario.

Entonces, ¿con cuál te quedas, Julia? Pues me uno al dilema que plantea Vanessa: ¿qué es de una red sin usuarios activos? ¿Es suficiente la potencia de Google para garantizar el éxito de Google+? ¿Qué es de una SRS sin usuarios que la exploten y difundan? Aunque Google+ sea el futuro, todavía le quedan muchos deberes por hacer...

Y con esto y un bizcocho...dejo Pinterest para otro día.


martes, 15 de abril de 2014

1.0 vs 2.0

¿En qué momento se dio el salto del 1.0 y el 2.0? ¿Qué páginas se pueden categorizar dentro de cada grupo y, de ser así, qué criterios se han establecido para decidirlo?

Cormode y Krishnamurthy analizan en su artículo Key differences between Web 1.0 and Web 2.0 (2008) las diferentes características que han clasificado a las webs como 1.0 o 2.0 desde el surgimiento de la Web social. Además, desglosan los criterios que son objeto de análisis al evaluar las diferentes herramientas/plataformas/software que pueblan la Web social.

No voy a resumir todo el artículo, pero voy a comentar un par de puntos que me han parecido interesantes. Dejando de lado la principal diferencia entre la Web 1.0 y 2.0 (contenido estático vs dinámico - contenido como centro vs usuario como centro), me quedo para empezar con el apunte que hacen los autores acerca de la temática.

Las webs 1.0 tienden a tratar sobre un tema concreto, un carácter monotemático que reduce bastante el número de usuarios potenciales a los que puede interesar. Por el contrario, las webs 2.0 son multidisciplinares y recogen más relaciones entre plataformas y sitios web. Para ello, lo más usual es requerir un login para acceder a todas las posibilidades que se ofrecen, por lo que se facilita muchísimo la recolección y difusión de la información de los usuarios (¿adiós, privacidad?).

Y hablando de plataformas, otra clave con la que en mi opinión dan en el clavo los autores, es la propia filosofía de la Web 2.0. Las webs 1.0 muchas veces han tendido a ser plataformas de información, intentando reunir y balancear en un sólo sitio informaciones de diferentes tipos. Sin embargo, la Web 2.0 se lo ha puesto mucho más fácil a sí misma: simplemente se confía plenamente en los usuarios para que ellos mismos sean los que aporten el contenido. Principalmente se facilita una plataforma simple y clara para que éstos compartan información de todo tipo (texto, audio, vídeo, imágenes, etc.), además de establecer una serie de tecnologías que funcionan como engranajes internos para relacionar a unos usuarios con otros, a los usuarios con los contenidos, productos, etc. Sencillo y eficaz.

A la hora de analizar la medición del tráfico de los sitios, los autores diferencian 5 "C" (curioso que esta letra domine la Web social, ¿tendrá algún significado oculto?) que actúan como niveles: clicks y conexiones, comentarios, comunicación eventual, comunidades, y creación de contenidos. Mucha medición cuantitativa, ¿pero cómo medir la calidad?

Y hablando de comunidades, me he acordado del concepto de comunidades de acción que aporta Meredith Farkas en Social software in libraries: building collaboration, communication and community online, en mi opinión muy relacionadas con las flash crowds que comentan Cormode y Krishnamurthy. Estas últimas están relacionadas con el factor técnico de la cantidad de accesos a un sitio, para describir el fenómeno que se da cuando hay un repentino pico en los accesos a un sitio por alguna razón externa. Y enseguida me han venido a la cabeza las manifestaciones retransmitidas por Twitter, los sucesos que llegan a todas las partes del mundo en segundos. Esas comunidades son las que realmente importan.

viernes, 11 de abril de 2014

Estrategas novatos (o la metáfora del Metro)




Venía yo pensando el otro día a la vuelta del trabajo, viajando (o "volando") en el Metro de Madrid, acerca de la estrategia que quiero seguir en Web Social 2014. Me puse a observar el vagón lleno de gente, el comportamiento de cada uno a la hora de querer atravesar la masa para bajarse en su parada. Unos esperan hasta el último momento, peleándose con una decena de personas casi en el momento en el que las puertas se abren y llega al destino deseado. Sin embargo, otras personas van abriéndose paso poquito a poco, deshaciendo los obstáculos y llegando mucho más fácilmente a la meta.

Quiero pensar que yo estoy entre este último grupo, ya que aunque lleve más tiempo preparar y llevar a cabo esa estrategia, el camino será mucho más fácil, y llegarás al destino con una mayor sensación de liberación.

Si no os he aburrido llegados a este punto, os habréis dado cuenta de que ya no estoy hablando del vagón de metro. Una buena estrategia ahorra tiempo y dificultades a la larga y le suma eficacia; sea bélica, sea empresarial, sea en un vagón de metro, o sea en la Web social, que es lo que nos traemos entre manos.

En mi caso, me he decantado por la opción más fácil y lógica: seguir todo desde el mismo sitio. Ya utilizaba Hootsuite para seguir varios de mis perfiles en las redes sociales, y a medida que han avanzado las semanas, lo he ido personalizando para maximizar el tiempo. He creado listas y búsqueda #websoc14 en Twitter, seguimiento de grupos de Facebook, además de otras búsquedas, personalizaciones y redes sociales (Instagram, Linkedin).

En cuanto al lector de feeds, uso Feedly desde que Google Reader dejó de existir, pero además he retomado Netvibes (después de haberlo manejado brevemente en el pasado) porque integra muchas más funcionalidades y abarca mucho más que un simple perfil de lector de feeds. Aun así, me anoto las propuestas de Erika, que parecen buenas alternativas. Gracias a estas herramientas, sigo diariamente toda la actividad de los profesores y compañeros, tanto en las redes sociales como en los respectivos blogs (posts y comentarios). Además, para que mi cabeza no me traicione, tengo todas estas herramientas y aplicaciones en los marcadores de mi ordenador para poder acceder rápidamente.

Hablando de marcadores, Delicious (desaparecieron los puntos separadores hace un tiempo) es otra herramienta que intento tener lo más actualizada posible, ya que aparte de la parte "social" de los marcadores, es de mucha utilidad como copia de seguridad. He perdido la cuenta de las veces que he tenido que cambiar de ordenador, formatearlo, etc., ¿y después qué? ¿Quién no se ha encontrado, al recuperar el dispositivo, con un navegador virgen de información? ¿Y cómo era la URL de mis sitios favoritos y de confianza? ¿Cuánto tiempo hemos perdido volviendo a configurar todo para volver a encontrarnos a gusto? Volvemos al plus de personalización de la Web social según Merlo: lo queremos todo tal como estamos acostumbrados. Delicious te permite tener organizados todos tus marcadores (además de compartirlos con los demás usuarios) como garantía adicional de conservación.

Muy recomendable dedicarle un tiempo a la organización y personalización de todas estas herramientas, construyendo pasito a pasito una estrategia eficaz que nos ahorrará muchos dolores de cabeza o "empujones" para llegar a nuestro destino...